Santo Domingo, Rep. Dom. Celebró sus 23 años de edad la señora
Confesora de la Rosa Alcántara
(Luisa o Confé), rodeada del cariño y el bullicio de una parte de su ruidosa familia,
capitaneada por
la joven Eduviges Alcántara, quien delató a Luisa cuando quiso decir que solo cumplía 23 años; la doña madre sentenció: “dónde dejaste los otros 40?”,
oh mamá, los guardé en el banco, contestó la interpelada.
La fiesta comenzó a las 9 de la mañana con la llegada de los madrugadores y
concluyó cuando caía la tarde, borrachos todos, pero de felicidad, y roncas
las gargantas de cantar, reír y disfrutar del alegre ambiente montado
espontáneamente por la familia cuando se juntan en ocasiones que no son de tristeza.
Los presentes disfrutaron de lo lindo cuando se anunció con bombos,
platillos, silencio y otros elementos más, la entrega de un regalo por parte de
la familia De la Rosa Morel y chan chan chan
chan…apareció el piloncito más chiquito de la bolita del mundo y el estruendo
no se hizo esperar; Luisa presentó su regalo y escuchó a su hijo Vladimir
decir muy serio “aprovéchate que hace mucho que tú no majas”,
esta irrespetuosa ocurrencia rompió el “bullímetro” y hasta los vecinos
se asomaron a ver lo que pasaba.
Luisa estaba tan feliz que reía y lloraba al mismo tiempo, porque
había logrado lo que hacía mucho no sucedía: juntar a todos sus hermanos y
a doña Duva en el mismo lugar no se había dado en
muchas ocasiones y si el propósito era que ella se sintiera feliz en el día de cumpleaños,
se logró, por eso le brindó a los presentes tremendo sancocho que sirvió para
renovar energías y continuar la algarabía.
¡Muchas felicidades!